Las toallas, sabanas y manteles no deben ser lavados en seco.
Recomendamos lavar sus toallas y sabanas antes del primer uso, a fin de eliminar posibles
fibras excedente.
Recuerde que los artículos textiles encogen luego de su primer lavado.
Verifique la velocidades de las maquinas, su desregulación puede provocar un excesivo
desgaste del tejido durante el proceso de lavado, principalmente en los dobladillos. Controle el
nivel del agua de la máquina, que debe ser alto, respetando la capacidad recomendado por el
fabricante.
La fricción que ocurre entre las telas y el tambor de la máquina, causa desgaste de la ropa, y en
el caso de las toallas, pueden aparecer rizos enganchados.
El color es un factor muy importante a ser considerado para el lavado de la prendas.
Artículos de color blanco: nunca deben ser lavados junto con artículos de colores. No debe ser
usado blanqueador óptico para no alterar su tonalidad original, independiente de que color
sea más firme o no. Los productos que contienen cloro o blanqueadores a base de hipoclorito
de sodio, pueden provocar la pérdida de los colores y la degradación de las fibras de algodón.
Evítelo neutralizado con bisulfito de sodio u otros neutralizantes en el proceso de enjuague.
Enjuague con abundante agua las prendas para quitar todos los residuos químicos y prolongar
al máximo la vida y colorido de las telas.
Los artículos textiles cuando quedan húmedos sufren la formación de hongos conocido como
moho, esto provoca el deterioro de las fibras quitándole resistencia y causando manchas
oscuras. Su remoción es bastante difícil y muchas veces hasta imposible. Cuando esto sucede
decae la resistencia de los artículos debido a la necesidad de utilizar productos químicos
concentrados. Para minimizar la producción de hongos existente productos fungicidas.
El uso de los suavizantes al término del proceso de lavado, endereza las fibras del algodón,
proporcionando un toque más suave al producto. Cantidades excesivas podrán aumentar la
liberación de fibrillas o tornar las fibras impermeables disminuyendo la capacidad de absorción
de las toallas. Por eso, observe rigurosamente las indicaciones sugeridas por el fabricante,
utilizando preferentemente cada tres lavados.
Los lavados en caliente, son recomendados porque facilitan la remoción de la suciedad. Deben
ser controlados rigurosamente, de acuerdo con la indicación contenida en la etiqueta de las
prendas y en los productos químicos utilizados; respetando los tiempos e instrucciones
aconsejados por los fabricantes de los productos de los empleados.
Verifique también si el termómetro o el termostato están en perfectas condiciones de uso. Las
diferencias en el control de la temperatura y el tiempo, podrá reducir la resistencia de las
fibras, alteración en el tono de color o perdida de los mismos, de los artículos, tornándolos
ásperos, etc.
Al lavar los tejidos mixtos de algodón y poliéster, recuerde que las fibras de poliéster son
sensibles a cambios bruscos de temperatura. Por eso, mantenga la temperatura del agua
desde el inicio hasta el final del lavado. La deficiencia en el control de la temperatura y el
tiempo, podrá reducir la resistencia de las fibras, alteración en el tono del color o perdida del
mismo, resecamiento de los artículos, tornándolos ásperos, etc.
Para planchar sabanas de algodón puro, recomendamos utilizar plancha o calandra a una
temperatura no mayor de 200ºC.
Para poliéster y algodón recomendamos temperatura máxima de 150ºC.
Al utilizar tumbler o secadora de calor rotativa las prendas encogen más de lo estimado.
Para un correcto mantenimiento de las frazadas deben seguirse las recomendaciones
generales para el cuidado de las prendas finas de abrigo, lavar con agua fría o ligeramente
entibiada a 30ºC. Utilizar jabón neutro evitando el uso de cloro, no utilizar secado rotativo, no
fregar, no retorcer, seca la prenda extendida y no planchar, está permitida la limpieza en seco.